Yo, tu fantasma.

I
El frío deliciosamente le entumía las plantas de los pies. Hacía años que nada le quitaba el placer de caminar descalza por los pisos.
Subió la delicada escalera de caracol recorriendo aquel camino áureo hacia la alcoba principal.
Cruzó el umbral y sus plantas se toparon con la caricia de la alfombra que protegía al recién levantado de un cruel piso de mármol.
Como siempre, él dormitaba de la manera más ininterrumpible,  tierno, apacible… tal como le recordaba desde hacía años.
Se inclinó y besó su frente, rodeó la cama y subió por el lado que le pertenecía para recorrerse de manera un poco invasiva al otro extremo donde ya imperaba aquella tibieza tan familiar y tan confortable para ella.
De pronto su nariz recargada en la gran espalda del dormido que de manera casi infantil empujó con la frente, despertando al que dormía para poder encajarse en aquellos los brazos en los que siempre calzó tan bien.
Su espalda en su pecho, ella le dedicó sus últimas palabras, cerró los ojos,  sintió un pequeño beso en el hombro y entonces, durmió.

II
Diría que estas en todas partes, pero eso sería justo lo que quisiera. Cada rincón de la casa, cada libro y cada olor…
Pero no estás, ya no lloro de risa ni de felicidad ni porque se te quemo la cena. Le lloro a tu ausencia y al hecho de estar preocupado si estarás cómoda, si te dará frío, si estará oscuro, a sabiendas de que todo eso es imposible porque tampoco estás ahí. Y me siento estúpido. Soy estúpido y frágil sin ti. Los libros, tus libros, ya no puedo abrirlos. La literatura me destroza, Neruda me destroza, porque mi corazón te busca, porque estás como ausente.
Y aún así, pareciera que nunca te fuiste. Oigo tus pasos, aun susurras mi nombre, dormitas junto a mí. No es que encantes la casa, más bien, me temo mi amor, que corro en sentido contrario a la cordura. Porque me eres tan real, porque te veo, porque no te dejo ir…
"Anoche volví a soñarla. Venía y me hablaba. Todo fue tan natural, su espalda, su aroma. Incluso la  bese justo antes de despertar. Se había ido… Como ese día."


Erika Medina 

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