Incógnita.

Desperté entre cenizas y polvo, y abriendo lentamente los ojos, lo primero que pude ver fue un crucifijo, estaba frente a mí, este hablo y dijo:

- Tomad y bebed todos de ed.

Asombrado por esa acción extremadamente extraña me pregunte:

-¿Quién diablos es Ed?

  Salí gateando de entre los escombros en busca de este sujeto, del cual decían que tenía que tomad y bebed no se qué. Me acerqué al primer sujeto que encontré, al querer preguntarle si conocía a un tal Ed, éste comía un desodorante y al mirarme, muy espantado se echó a correr.

Yo no entendí por qué, simplemente lo ignore. Percaté que había muy poca gente en el lugar y se comportaban de manera muy extraña, muuuy extraña, no me importó, yo seguía en la búsqueda de Ed.

De pronto me encontraba con una anciana que regaba salchichas ahumadas con una botella de Big cola y le pregunté:

-¿Por qué rayos usa Big cola para regar salchichas?

A lo que la anciana respondió:

-¿Que mi cola qué?

Enfurecida, la anciana se volteó para golpearme y a la hora de verme, hizo una cara de horror y empezó a gatear de espaldas hasta que desapareció.

Caminaba a un supermercado en donde sólo se encontraba un hombre elegante, este vestía de negro y daba de jaretazos al cielo, me acercaba lentamente hacia él pero antes de poder hablarle éste explotó en mil pedazos salpicándome de un líquido tibio. De pronto sentí la extraña sensación de algo raro, lo que pasaba no era normal.

Cada vez era mas fuerte la necesidad de saber quién era Ed. Comenzaba a llover dentro del supermercado, tuve que salir de él para resguardarme de esa agua salada, afuera no llovía y tenía que encontrar a Ed.

- ¿A caso nadie me puede dar una señal?

Al momento una bola de papel me cae en los pies, decía en el título " hojita parroquial ", no entendí nada pero venían en ella, aquellas palabras que me había dicho aquel crucifijo hablante.

Los ojos me ardían y decidí cerrarlos unos segundos, al abrirlos me encontraba en un lugar completamente distinto, no había nada alrededor de mí, caminaba sin dirección alguna, era ya de noche y el sol quemaba mi espalda, ardía, por alguna extraña razón, sentí que algo olía como a pollo.

A lo lejos ví que aparecía un coliseo, me fui acercando puesto que ya no había más por hacer, al entrar estaba repleto de focas marinas y estas me veían con aberración . Me sentí un poco intimidado puesto que eran miles de ellas. En ese momento parte de la tierra se abrió y de ella emergió un extraño sujeto montado en un caballo y llevando en su mano derecha una brillante espátula, la cual apuntaba hacia mí, hubo un silencio aterrador... despues de mirarme un momento el sujeto habló:

-Atrás bestia temible, yo no te temo puesto que el hombre de los océanos soy.

Las focas muy alegres comenzaron a aplaudir, aplaudir y aplaudir. Todas ellas simultáneamente, era tal el estruendo que el coliseo empezó a temblar,a pesar de esto las focas no dejaban de aplaudir y sin poder evitarlo el coliseo se vino a abajo, todos mueren lentamente aplastados por los pilares de concreto. Una ola de piedras gigantescas viene hacia mí, a escasas milésimas de segundo de ser aplastado me digo a mí mismo:

-Todo está perdido, demonios yo quería conocer a Ed.

Entonces despierto en mi cama, cubierto por mis sábanas empapadas. Todo había sido un espantoso sueño, aún sudando por lo sucedido me acerco al baño para lavarme la cara, me miré en el espejo y oh sorpresa... me dí cuenta de que era un pollo rostizado. Aaaaaaaaaah. D:


Mr. Esqueda y asociados (Yomara Sinai)

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